jueves, 30 de enero de 2014

El cese de Pedro J.

La marcha de Pedro J. de El Mundo, sea por lo que sea, supone un alivio para la democracia. Pero si este hombre se creía Dios, que estaba por encima del bien y del mal y jugaba a ser gobernante sin serlo, jugaba a influir demasiado en la economía y en la política, quería quitar gobiernos y un exceso de soberbia le ha pasado factura.

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